La denominación de esta carrera es debido a que estos dos municipios desde siglos se han atribuido el apodo de “Chamuscao” a consecuencia de que Fuentes de Andalucía regala un San Lorenzo a La Campana. Este Santo llega a dicho municipio y en el viaje de traslado de una localidad a la otra el recubrimiento que lo protegía se pega en la policromía.
La decisión que se tomó es la de quemar la envoltura, quedando consecuentemente la figura de la divinidad totalmente “chamuscada”; los fontaniegos dicen que los chamuscaos son los campaneros porque el que quemó al santo fue un ciudadano de La Campana y viceversa, los campaneros llaman de igual forma a los fontaniegos, por considerarlos responsables de aquello. Gracias a esta simpática leyenda que no historia estos dos pueblos se mantienen unidos desde siglos.
Un evento deportivo, que este año, fue en homenaje a la memoria de Diego Salvador Ramírez.
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